Varias personas en mi familia se mostraron sorprendidas y podría decir que incluso algo disgustadas por la escuela a la que elegí asistir. Les parecía extraño que hubiera elegido asistir al Colegio de Bachilleres, ya que en el año 2017, ya que fue el año en que ingresé, la escuela no era aún acreedora a mucha popularidad pues a penas recientemente habían adquirido clave de plantel propia.
Sin embargo, no escogí COBAEM por ser mi última opción, sino porque verdaderamente me agradó lo que me ofrecían. Un día en el Centro Histórico de mi ciudad, La Piedad, Michoacán, me entregaron un folleto de la escuela justo cuando yo estaba decidiendo mi preparatoria, lo leí a detalle y me llamó la atención, pero aún no estaba segura.
Durante un par de semanas incluso visité un par de preparatorias privadas, ya que en esos meses mi familia estaba económicamente estable; mi padre me presentó la opción de entrar a una PREFECO, a una preparatoria privada o aplicar examen para el CBTIS, sin embargo después de contemplar opciones indudablemente elegí el Colegio de Bachilleres, aunque las instalaciones aún me hacían dudar un poco ya que padezco de claustrofobia y las actuales instalaciones provisionales son algo reducidas. Finalmente tomé mi decisión definitiva y en agosto de 2017 ingresé a la siguiente etapa de mi educación en dicho plantel.
Desde un inicio todo fue muy agradable para mí. Me encantaron mis profesores y profesoras, su forma de enseñar y su deseo de que todos los alumnos aprendiéramos, así como las diversas actividades y programas que ofrecían, por ejemplo ECOBAEM, en la cual se muestra el compromiso de la escuela con el medio ambiente, LEECOBAEM donde se fomenta la lectura, o Cultura de Paz en la que se busca una sociedad de convivencia pacífica, además del área de salud que fomenta el deporte y actividades que favorezcan la salud de los jóvenes bachilleres.
Y así comenzó mi primer año en el Colegio de Bachilleres, y aunque durante el transcurso tuve algunos problemas emocionales como recaídas de crisis nerviosas, con el apoyo de mis profesores y del director, además de personal de la escuela pude sobrellevarlo, reponer lo perdido de mis estudios y finalmente acreditar el primer grado, con una participación y pase a estatal en las Jornadas Académicas, Culturales y Deportivas.
En mi segundo año tomé la Capacitación en TICS; así mi segundo años prosiguió sin mayores percances, participando nuevamente en la Jornada Académica, Cultural, Cívica y Deportiva, ganando el primer lugar en Cuento, tanto sectorial como estatal, y el tercero en examen nuevamente solo a nivel sectorial, todo esto con el apoyo de varios de mis maestros pero sobre todo la profesora Lulú Ramírez, que me ayudó a centrar y canalizar mi talento para la escritura.
En el transcurso que va de mi tercer año en Colegio de Bachilleres todo parece ir bien aunque algunas asignaturas no se me den tan bien, y aunque se me han presentado situaciones familiares que me han hecho caer un poco en la inconstancia, pero estoy dispuesta a reponerme.
Hasta el momento esto es lo que he vivido en la preparatoria, relatado de forma muy general.
